La mente es una maravilosa orquesta que con los instrumentos adecuados, buena afinacion y a buen "tempo" nos hacen concientes de nuestras vivencias, historia y presente.
Enrique Pinti en su madurez artística y personal encara el desafío de espantar a un empecinado alemán "Alzheimer" que lo persigue para "tomar un café"...
Esa situación lo lleva a repasar, con la síntesis sin recortes de quien elabora bien sus recuerdos, la historia de un país a través de su mirada atenta. El nacimiento de la patria, los primeros movimientos políticos, el surgimiento de los nuevos partidos, la representación de las minorías, los camuflajes de los representantes, las traiciones a los ciudadanos, la ceguera narcisista de parte de la población y tambien la esperanza de que todo puede renacer, desde otro lugar... más humano y verdadero.
Enrique es verdaderamente una de nuestras riquezas culturales nacionales. Siempre allí, atento a que reflexionemos, a que no nos quieran engañar de la misma manera, que no escondamos la cabeza debajo de la tierra como el avestruz, que miremos a los costados y no arriba ni abajo ni afuera....
Pinti más lúcido que nunca, tan genial como siempre.
Luis Bremer
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