"DESPERTAR DE PRIMAVERA" - NUESTRA MIRADA

Son adolescentes y están descubriendo su sexualidad. Esta situación ha sido siempre conflictiva, pero en la Alemania de 1891, era aún peor. En ese escenario transcurre la historia de "Despertar de Primavera". Un grupo de jóvenes, compañeros de escuela, se encuentran llenos de preguntas que nadie se anima a responder. Algunos, como Melchior (Fernando Dente),las buscan por sí mismos transgrediendo las normas; otros, como Moritz (Federico Salles), se someten a los mandatos de los adultos. Una joven, Wendla (Florencia Otero) se enamora y sufre las consecuencias de lo que nunca quisieron explicarle. Hay quienes se animan a explorar su homosexualidad. El desempeño del elenco es brillante, los jóvenes, todos, ponen cuerpo y alma en cada una de las interpretaciones. Dente y Otero tienen el carisma y el encanto de una pareja angelical. Salles transmite la tortura desbordante de su personaje. Tony Lestingi e Irene Almus, a cargo de todos los roles adultos, dan el marco justo para llevar cada una de las situaciones al límite. La música, muy cercana al rock, rompe la barrera de tiempo y ayuda a darle vigencia a la puesta, porque en definitiva son conflictos eternos y lamentablemente no resueltos: aún hoy hay quienes se niegan a la educación sexual de los jóvenes, el abuso y el maltrato siguen siendo moneda corriente (estigma que ninguna tibia disculpa papal puede borrar jamás), la unión entre personas del mismo sexo sigue siendo condenada y frenada por recursos judiciales.
Los rubros técnicos brillan y hacen de "Despertar..." una excelente opción para disfrutar de una obra que ganó 8 premios Tony en Broadway. Vale aclarar que a pesar de ser una producción de Cris Morena no se trata de una obra para los más chicos y de hecho no está recomendada para menores de 14 años. Más oscura y dramática que sus producciones anteriores pero con un resultado óptimo para quienes gusten de los musicales.
C. Javier Fabracci