Su techo con forma de sombrero cubierto por una membrana de fibra de vidrio le vale ya el apodo de la casa de los pitufos. Es la sede del Centro Pompidou de Metz, la nueva sucursal del museo de arte moderno de París, que desembarca en la Lorena francesa con la intención de convertirse en el nuevo referente de la cultura en el norte de Europa. Fue creación del arquitecto japonés Shigeru Ban y su costo superó los 86 millones de euros.
Tras siete años de preparativos, el museo abre mañana con la exposición Chefs d' oeuvre? y su entrada será gratis durante cinco días: será el bautismo popular del nuevo y revolucionario edificio, que el presidente de la República, Nicolas Sarkozy, y el ministro de Cultura, Frédéric Mitterrand, inauguran hoy con la pompa y la circunstancia de las grandes ocasiones.
El centro parisiense presta su nombre, es decir su marca, y, sobre todo, su gigantesco fondo de unas 65.000 obras a su nueva sede, cuya dirección prevé entre cinco y seis muestras anuales.
En la exposición de apertura abundan primeras espadas de la historia del arte del siglo XX, como Picasso, Kandinsky, Matisse, Mondrian o Léger, entre otros.
El centro parisiense presta su nombre, es decir su marca, y, sobre todo, su gigantesco fondo de unas 65.000 obras a su nueva sede, cuya dirección prevé entre cinco y seis muestras anuales.
En la exposición de apertura abundan primeras espadas de la historia del arte del siglo XX, como Picasso, Kandinsky, Matisse, Mondrian o Léger, entre otros.
0 comentarios:
Publicar un comentario