A los 84 de edad y en su mejor forma, sigue afirmando con la modestia de los grandes que "sólo soy un hombre de blues en la carretera, llevando nuestra música junto a Lucille", tal el nombre de su mítica guitarra.
Nacido en Mississippi en 1925, se trasladó más tarde a Memphis, donde no tardó en descollar por su singularísimo estilo musical y magnetismo en vivo. Grabó desde entonces 50 discos, es Doctor Honoris Causa en 6 universidades y ostenta más de dos centenares de premios y distinciones de primerísima categoría mundial. Sus shows, siempre emotivos y explosivos, son un clásico que dio incontables veces la vuelta al mundo, y donde El Rey pasa del canto a la guitarra, según el mismo explica: "Cuando canto, estoy tocando en mi mente, y en cuanto dejo de cantar vocalmente, empiezo a cantar tocando a Lucille".
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